oremos sin cesar
"Después le enseñó con una parábola que era necesario siempre orar sin desanimarse" (Lucas 18:1).
La mayoría cree en la oración, pero ¿cuántos creen en orar constantemente? Hay quienes creen que orar es una buena idea pero no lo ven como una necesidad, pero Jesús lo cree así.
¿Refleja tu día "la necesidad de orar siempre"? ¿Oras temprano en la mañana? ¿Tratas de centrar tu día en la Misa? ¿Dices el Ángelus? ¿Oras no sólo por la gente, pero junto a ellos? ¿Oras con tu cónyuge, familiares y compañeros de trabajo? ¿Oras por teléfono, antes de irte a la cama, etc.? Identificar estas oportunidades para orar te ayudarán a mantenerte en contacto con Jesús todo el día aun cuando estés ocupado en tus actividades diarias y no puedas darle toda tu atención. Esta es una manera concreta de orar sin cesar.
El orar constantemente es una necesidad, puesto que algunas batallas requieren algo más que una breve invocación. Por ejemplo, Moisés tuvo que seguir orando, mientras Josué derrotaba a los amalecitas (Ex 17:11).
Oración: Padre, que yo no pierda el ánimo (Lc 18:1), pero que tenga la fe (Lc 18:8) para sentir la oración como un privilegio. Espíritu Santo, ayúdame a siempre orar (Rom 8:26).
Promesa: "Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien" (2 Tim 3:16-17).
Alabanza: ¡Aleluya! ¡Jesús ha resucitado como dijo! ¡Aleluya!
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de junio de 2013
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