igual a jonás
"Ya que comprendieron, por lo que él les había contado, que huía de la presencia del Señor" (Jonás 1:10).
La mayoría de nosotros somos iguales a Jonás en que huimos de la llamada del Señor. Al igual que Jonás, tampoco perdonamos. En lo más profundo, realmente no queremos que nuestros enemigos sean perdonados y que reciban la misericordia de Dios. Sin embargo, a diferencia de Jonás, generalmente nos engañamos acerca de nuestra rebeldía pecaminosa y nuestro orgullo. Aunque Jonás no había revelado sus asuntos y su nacionalidad a los marineros del barco, abiertamente él les dijo que estaba huyendo del Señor (Jon 1:8-10). Él admitió que era la causa de la violenta tormenta que amenazaba con hundir el barco (Jon 1:12). Su dificultad para perdonar hacía vulnerable a Jonás. De hecho, él le dijo al Señor que quería que los Ninivitas fuesen castigados y estaba severamente deprimido porque el Señor había tenido misericordia con ellos (Jon 4:2-3).
No sabemos lo que sucedió con Jonás. No sabemos si finalmente se arrepintió pero si sabemos que nosotros tenemos la gracia de Dios para arrepentirnos hoy mismo. Primero, necesitamos ser como Jonás, admitir nuestra desobediencia y la dificultad para perdonar. Segundo, debemos imitar a los Ninivitas y arrepentirnos.
Ve a confesarte tan pronto como sea posible. Enfrenta al Jonás dentro de ti y cambia tu corazón.
Oración: Padre, que me arrepienta y crea en la Buena Nueva (Mc 1:15).
Promesa: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu y a tu prójimo como a ti mismo" (Lc 10:27).
Alabanza: La primera acción de Sally cuando se despierta es rezar el Rosario. Nuestra Señora del Rosario, ruega por nosotros.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de junio de 2013
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