imparable
"Este hombre no hace otra cosa..." (Hechos 6,13).
San Esteban, el primer mártir cristiano:
- era "un hombre lleno de gracia y poder" (Hch 6,8).
- estaba lleno del Espíritu Santo y fe (Hch 6,5).
- estaba tan lleno de sabiduría que el equipo de estrellas internacional de polemistas, "no encontraban argumentos, frente a la sabiduría y al espíritu que se manifestaba en su palabra" (Hch 6,8-10).
- Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y signos en el pueblo.
- vivió una plena, aun cuando estaba a cargo de la distribución de comida, él todavía encontró el tiempo para dar testimonio de Jesús; Esteban "trabajó grandes maravillas y signos entre la gente" (Hch 6,8).
- evangelizó con tal poder que los judíos le consideraban un mayor peligro que los doce Apóstoles; por eso fue escogido para ser el primer cristiano mártir, y
- en tan gran comunión con Jesús, que frente al odio de sus enemigos que le mataron, él irradió la alegría divina (Hch 6:15).
Los testigos falsos que declararon contra Esteban dijeron con verdad que: "Este hombre nunca se detiene" (Hch 6,13). Que, al igual que san Esteban, podamos vivir llenos del Espíritu Santo; y que nunca dejemos de servir, amar, alabar, y de compartir al Jesús resucitado.
Oración: "Padre, que pueda imitar a Jesús con igual atención, fe y devoción como la tuvo san Esteban".
Promesa: "Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es Él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello" (Jn 6,27).
Alabanza: Martín, aun que no era católico, comprendió que Jesús lo llamaba a ser un sacerdote. Él se unió a la Iglesia Católica que una vez criticaba y ahora estudia para el sacerdocio.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de diciembre de 2012
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