la ira venidera
"Ustedes se convirtieron a Dios, abandonando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero y esperar a su Hijo, que vendrá desde el cielo: Jesús, a quien Él resucitó y que nos libra de la ira venidera." -1 Tesalonicenses 1,9-10
Existe una "ira venidera." "Día de ira será aquel día, día de angustia y aflicción, día de ruina y desolación, día de tinieblas y de oscuridad, día nublado y de sombríos nubarrones" (Sof 1,15). "¡Ay! Porque es grande aquel Día y no hay otro igual" (Jer 30,7). "Porque el Día del Señor es grande y terrible, ¿quién podrá soportarlo?" (Jl 2,11) "Será un tiempo de tribulación" (Dan 12,1). En el día de ira, muchos gritarán "a las montañas y a las rocas: 'caigan sobre nosotros y ocúltennos de la mirada de aquel que está sentado en el trono y de la ira del Cordero.' Porque ha llegado el gran Día de su ira y ¿quién podrá resistir?" (Ap 6,16-17)
Los corazones duros e impenitentes están "acumulando ira para el día de la ira, cuando se manifiesten los justos juicios de Dios" (Rom 2,5). "El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él" (Jn 3,36). Sin embargo, "porque Dios no nos destinó para la ira, sino para adquirir la salvación por nuestro Señor Jesucristo" (1Tes 5,9). "Y ahora que estamos justificados por su sangre, con mayor razón seremos librados por Él de la ira de Dios" (Rom 5,9). Podemos escapar de (Mt 3,7) y ser liberados de la "ira venidera" (1Tes 1,10) entregando totalmente nuestras vidas a Jesús y viviendo sólo para Él. Acepta el amor y la misericordia de Jesús, no insistas en recibir su justicia. "Ahora, ya no hay condenación para aquellos que viven unidos a Cristo Jesús" (Rom 8,1).
Oración: Padre, gracias por amarme tanto que me enviaste a Jesús para morir por mí y liberarme de la ira venidera.
Promesa: "La Buena Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino acompañada de poder" (1Tes 1,5).
Alabanza: Juan utilizó su retiro como un tiempo para asistir diariamente a Misa, frecuentemente acompañado por su hijo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de mayo de 2013
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