obedecer orando
"La derrota fue muy grande y cayeron entre los israelitas treinta mil hombres a pie. El Arca del Señor fue capturada" (1 Samuel 4:10-11).
¿Cuánta gente ha orado al Señor cuando las cosas iban mal y después empeoraron? Los Israelitas sufrieron cuatro mil calamidades cuando fueron derrotados por los palestinos (1 Sam 4:2). Luego los israelitas construyeron el arca de la alianza y ¡"perdieron treinta mil soldados de pie"! (1 Sam 4:10) A veces las cosas empeoran luego de nuestra oración.
Algunas veces las cosas empeoran después de orar porque no obedecemos al Señor. "Si uno aparta su oído para no oír la ley, hasta su plegaria es una abominación" (Prov 28:9). "¿Quiere el Señor holocaustos y sacrificios o quiere que se obedezca su voz?" (1 Sam 15:22) La oración sin la obediencia, con frecuencia es un intento de manipular al Señor y Él no nos va a permitir que le usemos y abusemos de esta forma. El autor del libro de Santiago escribió: "O bien, piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones" (Stg 4:3). Jesús dijo: "No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo" (Mt 7:21).
El Señor nos manda orar siempre (Lc 18:1) pero sólo será agradable a Él y beneficioso para nosotros si obedecemos siempre. Obedezca y ore.
Oración: Padre, me arrepiento de la desobediencia. Iré a la Confesión tan pronto como sea posible.
Promesa: "En seguida la lepra desapareció y quedó purificado" (Mc 1:42).
Alabanza: Julie había intentado suicidarse muchas veces. Jesús la liberó cuando estaba leyendo el Salmo 6.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013
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