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Sábado, 25 de enero de 2014

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conversión de san Pablo


Hechos 22:3-16 ó
Hechos 9:1-22
Salmos 117:1-2
Marcos 16:15-18

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construir mi día

"Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará" (Marcos 16:15-16).

Hoy la Iglesia celebra la fiesta de la conversión de san Pablo. ¿Estamos conmovidos o al menos felices de celebrar la conversión de Pablo y la de algún otro santo? ¿Cuánto quieren ustedes "que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad"? (1 Tim 2:4) ¿Estamos dispuestos a convertirnos en "esclavo de todos, para ganar al mayor número posible"? (1 Cor 9:19) ¿Te convertirías en "todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio"? (1 Cor 9:22).

La mayoría de la gente está más interesada en quién gana el Super Tazón o el Mundial de Fútbol, que en quién se convierte a Cristo. La mayoría de la gente desea mirar las noticias en la televisión más que escuchar las buenas nuevas de la Biblia. ¿Cuántos católicos prefieren tener el desayuno en lugar de recibir la Santa Comunión?

Si sufres tragedia tras tragedia como Job, ¿aún consideras los sufrimientos del presente como nada (Cfr. Rom 8:18) comparados con el gozo de ver a un pecador convertirse? (Cfr. Lc 15:7, 10). ¿Acaso un pequeño problema pesa más en importancia que todas las conversiones del mundo, incluso su propia conversión? La conversión de Pablo, o de cualquier otro, es tan importante que deberíamos regocijarnos para siempre –incluso en medio de toda clase de sufrimientos.

¿Qué construyes en este día? ¿La conversión o la perversión?

Oración:  Padre, conviérteme. Úsame para convertir a muchos otros.

Promesa:  "En ese momento, cayeron de sus ojos una especie de escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado" (Hch 9:18).

Alabanza:  San Pablo envió muchos cristianos a la prisión y la muerte (Hch 26:10). Jesús lo transformó de perseguidor a evangelizador. ¡Alaba a Jesús! "El que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que antes quería destruir" (Gal 1:23).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013

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