divina misericordia en frustración divina
"Suspirando profundamente dijo: '¿Por qué esta generación pide un signo?' " (Marcos 8:12).
Jesús expulsó demonios, curó los leprosos, sanó los paralíticos, los discapacitados, los que tenían hemorragias y los sordos; resucitó muertos, calmó una tempestad, caminó sobre las aguas y multiplicó los panes y los peces entre otros milagros, signos y maravillas. Entonces, "llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con Él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo" (Mc 8:11). Jesús suspiro desde lo profundo de Su espíritu (Mc 8:12) y estaba comprensiblemente frustrado.
Igualmente, los apóstoles no captaron el sentido de los milagros de Jesús, incluyendo la doble multiplicación de los panes. Jesús expresó Su frustración con una descarga de preguntas: "¿Todavía no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente enceguecida. Tienen ojos y no ven, oídos y no oyen" (Mc 8:17-18). "¿Todavía no comprenden?" (Mc 8:21).
Pese a su frustración, Jesús hizo otro signo sanando a un hombre ciego en Betsaida (Mc 8:22-25). Jesús encontró irracionales las demandas de los fariseos y continuó trabajando con los apóstoles quienes, Él sabía, eventualmente lo abandonarían.
Jesús es misericordioso. No se da por vencido con nosotros, sin importar cuán pecaminosa o vergonzosa sea nuestra conducta. Aunque alguien más se dé por vencido con nosotros, Jesús sigue amándonos y tratando de transformarnos (ver Is 49:15). Jesús nos perdona ahora y siempre y de ninguna manera nos rechaza (Jn 6:37). Jesús es tan misericordioso que murió en la cruz en lugar de nosotros. Misericordia, Señor Jesús.
Oración: "Señor Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí, que soy un pecador" (La Oración de Jesús).
Promesa: "Alégrense profundamente cuando se vean sometidos a cualquier clase de pruebas" (Stg 1:2).
Alabanza: Los Siervos de María (Servitas) sirven a su Señora y Señor ayudando a sus hermanos y hermanas. Sus siete fundadores vivían la pobreza evangélica y compartían en comunidad cristiana.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 8 de augusto de 2013
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