¿Eres tú como el rey Ajaz? ¿Eres incapaz de romper el ciclo de la preocupación y temblor ante posibilidades que nunca ocurrirán? ¿Eres tú como la gente de Corozaín y Betsaida? ¿No puedes salir de la comodidad de tu mediocridad aún cuando Jesús se encuentra llevando a cabo sus maravillas en tu propia cara?

Jesús, el Profeta, está trabajando constantemente para estimularnos a la conversión y una fe más grande. ¿Con qué frecuencia somos impasibles ante su poderosa palabra profética; y sin embargo nos quedamos totalmente consternados por un rumor que podría perturbar nuestro seguro médico, jubilación, programa de televisión favorito o equipo deportivo? Pasamos días o semanas agitados, antes de descubrir que el evento que se rumorea en realidad no sucede. Mientras tanto, nos perdimos los milagros de la Eucaristía, los mensajes proféticos de Dios, un sinnúmero de signos de su amor, y otros signos claros de la gracia de Dios. ¡Qué desperdicio del tiempo precioso que Dios nos ha dado!

"¿Así le pagas al Señor, pueblo necio e insensato?" (Dt 32:6). Pueblo de Dios, dejémonos de vivir en un mundo de fantasía. En lugar de esto " fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús " (Heb 12:2) y "evitemos los discursos huecos y profanos" (2 Tim 2:16).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2014

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.