¿sientes curiosidad o pasas?
"Jesús les dijo: '¿No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán entonces todas las demás?'" (Marcos 4:13).
Jesús quiere que lleguemos a una comprensión cabal de nuestra fe. Él quiere que hagamos preguntas como lo hicieron los apóstoles (ver Mc 4:10), estudiar, investigar a fondo y persistentemente hasta que entendamos el significado. Jesús cuenta parábolas para que tengamos la oportunidad de reflexionar sobre la Palabra, nutrirla y hacerla crecer.
Cuando se le preguntó por qué sólo enseñó a las multitudes con parábolas, Jesús citó a Isaías 6:10 (ver Mc 4:12). Jesús sabe que los corazones de la gente al hablar a las multitudes, aunque interesados en sus enseñanzas, son por naturaleza "pasotas", sus orejas "endurecidas", y sus ojos cerrados (ver Is 6:10). Una parábola se parece a un acertijo. Está diseñada para hacer que sus oyentes o bien piensen, mediten y reflexionen hasta que su significado se entienda o bien puede suceder que los oyentes no le dejen de prestarle atención. Los que escuchan la parábola tendrán que hacer preguntas a los más avanzados en la fe para comprender mejor su significado.
Los oyentes, si no han entendido la parábola tienen ante sí dos opciones. Pueden ser como el terreno rocoso (Mc 4:16), desechar la parábola, y por lo tanto pierden la oportunidad de crecer en la fe. Al hacer esto, sus corazones se vuelven cada vez más torpes para el mensaje del Señor, cumpliendo así la profecía de Isaías 6:10. Por otro lado, los oyentes pueden ser tierra buena para recibir la Palabra, estudiarla, aprenderla y dar fruto en abundancia (Mc 4:20).
Jesús te está enseñando en parábolas. ¿Vas perezosamente a rechazarlas, o vas a buscar y encontrar su significado?
Oración: Jesús, hazme dócil a tus enseñanzas y entusiasmado para entenderlas, vivir por ella, y difundirlas.
Promesa: "y no me acordaré más de sus pecados ni de sus iniquidades" (Heb 10:17).
Alabanza: San Tomás fue bendecido con una inteligencia superior. Pasó toda su vida en el ministerio de la Palabra de Dios. Qué diferente el hombre "que consagra su vida a reflexionar sobre la Ley del Altísimo" (Eclo 39:1).
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de agosto de 2014
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