San Juan Crisóstomo enseñó que: "Dios ha dado tanta importancia a la salvación (del hombre) que no escatimo a su Hijo único por el bien del hombre. Ni Dios nunca deja de trabajar, tratando por todos los medios posibles, hasta tanto Él haya levantado el hombre hasta Si mismo y lo haga sentarse a Su derecha" (Catecismo, 358). El Señor usa todos los medios para llamarnos a que nos convirtamos. Por ejemplo, para Israel "a raíz de su caída la salvación llegó a los paganos" (Rom 11:11).Más aun, la conversión de los paganos fue "a fin de provocar los celos de Israel" (Rom 11:11) "y salvar a algunos de ellos" (Rom 11:14).Porque el Señor desea que todos se salven (1 Tim 2:4), el Señor nos quiere llevar a la conversión a través de alegrías, tristezas, nacimiento, muerte, salud, enfermedad, matrimonio, divorcio, victorias, fracasos, paz, rechazo, esperanzas, soledades, etc.

Enumera tres eventos significativos de esta semana. Pídele al Espíritu Santo que te guíe hacia la verdad (Jn 16:13) de que el Señor esté usando estos eventos para guiarte a una conversión más profunda. No te quejes de lo que está sucediendo en tu vida, pero di con María: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho" (Lc 1:38). Alégrate, aun cuando "a pesar de las diversas pruebas que debes sufrir" (1 Pe 1:6), "estás seguro de alcanzar el término de esa fe, que es la salvación" (1 Pe 1:9). "Lo que importa es ser una nueva criatura" (Gal 6:15).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de junio de 2015.

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