soñar el sueño imposible
"Dejen trabajar en esa Casa de Dios al comisionado de Judea y a los ancianos de los judíos. Que se reconstruya esa Casa de Dios en el mismo sitio" (Esdras 6:7).
Los israelitas reconstruyeron el Templo con la ayuda de los impuestos del gobierno y los mensajes proféticos de Ageo y Zacarías. Una combinación insólita ya que gobernantes y profetas normalmente no trabajan juntos. Sin embargo, para el Señor todo es posible, incluyendo disponer de quien sea en cualquier momento para su gloria. Los israelitas nunca imaginarían que un rey Persa sería una figura clave en la restauración del Templo. Tampoco habríamos soñado que el Señor transformaría Europa del Este y Rusia como Él lo ha hecho. El Señor continúa manifestando su poder soberano en situaciones que jamás habríamos visto, escuchado o pensado (1 Co 2:9).
Él es el Señor. Él no desmaya ni flaquea ante al pecado, la rebeldía y confusión de nuestros tiempos. Él todo lo puede. Su victoria ya fue ganada en el Calvario. Resucitó de entre los muertos y está sentado para siempre a la diestra del trono de su Padre. Él es Señor de señores y Rey de reyes (Ap19:16). Nada es imposible para Él (Lc 1:37).
Entonces, ora por lo imposible. Espera lo inconcebible. Cree en los milagros. Él es el Señor. Él ha resucitado de la muerte y Él es el Señor. ¡Aleluya!
Oración: Padre, me quedo sin palabras ante tu Gloria.
Promesa: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican" (Lc 8:21).
Alabanza: Los doctores le comunicaron a Juana que no podía tener hijos. Juana depositó su confianza en el Señor y milagrosamente concibió.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de abril de 2015
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