Después de que Jesús le dijo a los fariseos que limpiaran por dentro igual que por fuera (Lc 11:39-40), Él con gran sorpresa los motivó para que dieran limosna, una actividad externa. En esto, Jesús demostró que la forma de limpiar por dentro puede ser desde afuera. Por ejemplo, beber en exceso es una actividad externa de un problema interior. De cualquier manera, al tratar con el consumo excesivo de alcohol, uno puede llegar a las raíces y como consecuencia limpiar el síntoma interior.

Nosotros nos debemos preguntar a nosotros mismos, cuáles actividades externas presentadas, en virtud de la Iglesia y de la Biblia, nos perturban más en el interior. Posiblemente ir a Confesión es un problema. Incluso, pensando en actividades externas, el cómo disculparse, el compartir la misma fe, dando limosna o diezmos y sirviendo a los pobres, nos pueden molestar. Algunas de estas actividades externas que son desgarradoras de nuestro corazón pueden ser usadas por el Señor para limpiar nuestros corazones.

Jesús nos está diciendo: "Den más bien _______ y todo será puro". ¿Cómo quiere el Señor que llenes ese espacio vacío en esa oración? ¿Qué acción externa expresa una buena voluntad para ser limpiado interiormente? Algo de afuera está colgado adentro. Por la Gracia de Dios, tira de él y saca las impurezas de tu corazón.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de junio de 2016.

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