valores familiares
"Por eso doblo mis rodillas delante del Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra" (Efesios 3:14-16).
Jesús es la segunda persona de la Trinidad. La Trinidad es la eterna y máxima Familia Santa. Después de su Encarnación, Jesús vivió en otra familia santa con María y José. Por lo tanto, Jesús tiene altos estándares de vida familiar. Él llama a las familias para que sean signos santos y sacramentales de la Trinidad como Familia.
Para hacer familias Trinitarias santas, Jesús:
- enciende un "fuego en la tierra" para purificar las familias (Lc 12:49),
- fue bautizado, es decir, inmerso en el dolor de su muerte en la cruz (ver Lc 12:50; Mc 10:38),
- aflora las divisiones en las familias para encargarse de ellas mediante el perdón, arrepentimiento y sanación (ver Lc 12:51ss),
- habita en el corazón de los miembros de la familia por medio de la fe (Ef 3:17),
- nos posibilita "comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad de" Su amor (Ef 3:18), y
- hace "infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar" (Ef 3:20).
Jesús nos ofrece a cada uno de nosotros el milagro de la santa familia Trinitaria. Acepta su oferta, aceptándolo a Él como Salvador y Señor de tu vida y tu familia.
Oración: Padre, haz de mi familia un milagro y tu obra maestra.
Promesa: "¡A aquel que es capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros!" (Ef 3:20).
Alabanza: San Pablo de la Cruz y sus sacerdotes Pasionistas han evangelizado mucho más allá de Italia. Él tuvo un ministerio especial para los enfermos, los agonizantes, los no practicantes, y los pecadores necesitados de reconciliación.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de junio de 2016.
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