Viernes, 18 de noviembre de 2016
> >santa Rosa Filipina Duchesne
Dedicación de las iglesias de san Pedro y san Pablo
la palabra sobre la limpieza del templo
"Y al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: 'Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones'. Y diariamente enseñaba en el Templo" (Lucas 19:45-47).
Jesús expulsó a los mercaderes del templo no solo volcando sus mesas, sino también proclamando una profecía de Jeremías y enseñando a diario. El Espíritu Santo usa la palabra profética como una "espada de doble filo" para juzgar y purificar las reflexiones y pensamientos de nuestros corazones (ver Heb 4:12). "Si todos profetizan y entra alguno de esos hombres, todos podrán convencerlo y examinarlo. Así quedarán manifiestos los secretos de su corazón" (1 Co 14:24-25). Jesús hace la Iglesia "santa, purificándola con el bautismo del agua y la palabra" (Ef 5:26). Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié" (Jn 15:3).
Este libro, Un Pan, Un Cuerpo, es un medio por el cual Jesús sigue limpiando el templo, es decir, su Iglesia. Por lo tanto, lee y reza las lecturas de la Misa diariamente. Usa Un Pan, Un Cuerpo como el Señor te guía. Anima a los demás a que hagan lo mismo. Deja que la Iglesia sea limpia, pura y santa.
Oración: Padre, hazme puro como Jesús (1 Jn 3:3).
Promesa: "Es necesario que profetices nuevamente acerca de una multitud de pueblos, de naciones, de lenguas y de reyes" (Ap 10:11).
Alabanza: A los 71 años, santa Rosa empezó una escuela para los indígenas americanos.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de junio de 2016.
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