La vida familiar ha estado en desorden durante muchos años. Nos gusta pensar que las familias de la generación anterior eran mejores que las de hoy en día. Incluso si esto fuera cierto, "mejor" no significa "bueno". Miremos el alcoholismo, el abuso y el racismo que han caracterizado a muchas familias durante generaciones y generaciones.

Sin embargo, la buena noticia para esta cuaresma es: "Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos seculares, y te llamarán "Reparador de brechas", "Restaurador de moradas en ruinas"" (Is 58:12). Si dejamos que Jesús sea el Señor de la cuaresma, si imitamos sus cuarenta días de ayuno, si nos arrepentimos de nuestros pecados, si aceptamos la gracia del Señor para perdonarnos unos a otros y si creemos que para Dios nada es imposible (Lc 1:37), entonces las ruinas antiguas de la vida familiar serán reparadas y reconstruidas.

El Señor desea familias santas, porque serán las que fundamenten la Iglesia en el tercer milenio y preparen el mundo para su venida final. El Diablo ha estado tratando de evitar que el Señor restaure estas familias y las haga santas. Aunque Satanás ha sido capaz de arruinar algunas familias y retrasar el cumplimiento del plan de Dios para la vida familiar, Satanás no puede detener a Dios. El Señor está haciendo familias santas, y esta cuaresma Él lo está haciendo incluso de familias quebrantadas y arruinadas. Sé parte del milagro de familia que el Señor está haciendo en este momento.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de noviembre de 2015.

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