deja que el fuego descienda
"¿Hasta cuándo van a andar renqueando de las dos piernas? Si el Señor es Dios, síganlo; si es Baal, síganlo a él" (1 Reyes 18:21).
El Señor murió en la cruz por amor a nosotros. Dios es amor (1 Jn 4:16), y Él quiere que lo amemos con todo nuestro corazón (Dt 6:5). Jesús nos llama a comprometernos en un pacto de amor. Cualquier debilidad o tibieza le causa náuseas (Ap 3:16). Él nos llama a un amor total.
El Señor envía fuego (ver 1 Re 18:38) para quemar la impureza, el egoísmo, la idolatría y el adulterio espiritual que contradice el amor puro por Él al cual Él nos ha llamado. Este fuego arde en nuestros corazones por medio de la proclamación de la Palabra de Dios (Lc 24:32). Se presenta como lenguas de fuego del Espíritu Santo en el nuevo Pentecostés (ver Hch 2:3). El fuego de amor de Dios arde especialmente en los sufrimientos y las persecuciones (ver 1 Pe 1:6-7). Jesús no cesa de clamar: "Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!" (Lc 12:49) "Porque nuestro Dios es un fuego devorador" (Heb 12:29).
Deja que el fuego descienda. Atiza y vuelve llama el don del Espíritu Santo (2 Tim 1:6-7). Vive solamente para el Señor en amor puro y total. Deja que el Señor derrame Su amor en tu corazón por medio del Espíritu Santo (Rom 5:5). Deja que el fuego descienda.
Oración: Padre, consúmeme en el fuego de Tu amor.
Promesa: "El que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos" (Mt 5:19).
Alabanza: Siguiendo de cerca a Jesús, Alicia perdonó al hombre que asesinó a su hija.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de febrero de 2016.
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.