convirtiendo a los que pervierten
"Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aun existiría" (Mateo 11:23).
Las ciudades de Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm no se convirtieron a pesar de los muchos milagros que Jesús hizo dentro de sus fronteras (Mt 11:20ss). Sin embargo, Jesús dijo que Tiro, Sidón y Sodoma, algunas de las ciudades más malvadas de la historia, se hubieran convertido en respuesta a los mismos milagros (Mt 11:21, 23). Jesús también dijo que aquellos que creen en Él van a hacer mayores obras que aquellas que Él había hecho (Jn 14:12). Por lo tanto, si creemos en Jesús, tenemos herramientas más que suficientes para convertir no solo a los individuos, sino también a las ciudades. Por otra parte, podemos convertir no solo algunas ciudades, sino incluso las ciudades más pervertidas y notorias.
Hay Uno más grande entre nosotros "que el que está en el mundo." (1 Jn 4:4). "Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a Aquel que nos amó" (Rom 8:37). Gracias a la fe, podemos conquistar reinos (Heb 11:33). Poseemos armas que "por la fuerza de Dios, son suficientemente poderosas para derribar fortalezas. Por eso destruimos los sofismas y toda clase de altanería que se levanta contra el conocimiento de Dios, y sometemos toda inteligencia humana para que obedezca a Cristo" (2 Co 10:4-5). Podemos atacar las puertas del infierno, que no pueden prevalecer contra nosotros (Mt 16:18).
La mayoría de la gente reconoce la formidable potencia de la perversión del mundo, la carne y el diablo. También debemos darnos cuenta de lo mucho más formidable que es el poder de conversión de los milagros que hacen los creyentes cristianos. Por medio del poder del Espíritu Santo, podemos renovar el mundo.
Oración: Padre, has en mí lo que Tú debes hacer, con el fin de hacer, por medio de mí, lo que quieres.
Promesa: "Si ustedes no creen, no subsistirán" (Is 7:9).
Alabanza: Susana ora todos los días para que su país vuelva a la fe.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de febrero de 2016.
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.