La próxima vez que te encuentras con alguien que está enamorado, presta mucha atención a lo que dicen. ¿De qué hablan? Ellos hablan incesantemente acerca de la persona que aman. Él les dice a todos sus amigos acerca de lo maravillosa que es ella. Ella dice que él está siempre en su corazón. Están hablando de la abundancia de sus corazones (Lc 6:45) y sus corazones están abundantemente llenos de amor el uno por el otro.

Ahora, piensa en lo que dices. ¿Con qué frecuencia hablas de Jesús? ¿Está Él en tu corazón gran parte del tiempo? ¿Hablas acerca de tu estrella favorita de cine o de tu equipo favorito más de lo que hablas de Jesús? Eso te indica lo que está realmente en tu corazón.

Si tu corazón está lleno de miedo, pídele a Dios un amor profundo por Él, porque "el amor perfecto elimina el temor" (1 Jn 4:18). Si tu corazón está lleno de las cosas del mundo, pídele a Jesús que purifique tu corazón para que tengas espacio para Él (ver Jn 2:15ss; Mal 3:3). Si tu corazón está endurecido y cerrado a Jesús, comprométase leer Su Palabra a menudo y escuchar Su voz por medio de las Escrituras (Heb 3:7-8).

Mantengan sus corazones llenos de Jesús al recibir con frecuencia Su cuerpo eucarístico y Su Palabra en la Misa. Entonces, tu corazón arderá de amor por Él (Lc 24:32). "En mi oración pido que el amor de ustedes crezca cada vez más en el conocimiento y en la plena comprensión" (Fil 1:9), y que ustedes conozcan y experimenten el amor desbordante que Él tiene para ustedes (Ef 3:19). Entonces Jesús será tu Amor (1 Jn 4:8), Vida (Jn 14:6), y Gozo. Cuando tu corazón está lleno de Jesús, no podrás dejar de hablar de Jesús (ver Hch 4:20). Te encantará hablar de Él.