benditos los bendecidos
"Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican" (Lucas 11:28).
Una mujer exclamó que María había sido bendecida por ser la madre de Jesús (Lc 11:27). Jesús le respondió que aquellos "que escuchan la Palabra de Dios y la practican" serán grandemente bendecidos.
Muchos de nosotros hemos sido bendecidos con buena salud, gran riqueza, muchos hijos, bellas familias, fama, inteligencia excepcional, éxito en los negocios, poder, abundantes posesiones u otras incontables bendiciones. Sin embargo, ninguna de estas bendiciones se puede comparar con escuchar la Palabra de Dios y practicarla; porque la ley y Palabra de Dios son más valiosas que "todo el oro y la plata" (Sal 119:72). Cuando escuchamos la Palabra de Dios, escuchamos a Dios y por lo tanto crecemos en la fe (Rom 10:17), por la cual aceptamos la gracia de la salvación (Ef 2:8). Jesús nos prometió que: "Mi madre y Mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican" (Lc 8:21). "Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron" (Mt 13:16-17).
"Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca" (Ap 1:3).
Oración: Padre, permíteme dejar que "me bendigas bien".
Promesa: "...brotará un manantial de la Casa del Señor" (Jl 4:18).
Alabanza: El futuro Papa san Calixto I aprendió a orar a los mártires sardos en las minas sardas. El Señor le permitió demostrar perdón extraordinario a lo largo de su vida.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de mayo de 2017.
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