el especialista del corazón
"Nada más tortuoso que el corazón humano y no tiene arreglo: ¿quién puede penetrarlo?" (Jeremías 17:9).
Debido a que el corazón humano es más tortuoso, retorcido y engañoso que todo, y no tiene remedio, debemos:
- dar nuestros corazones al Señor, Él único que sondea la mente y pone a prueba el corazón (Jer 17:10),
- recibir un corazón nuevo por medio del bautismo (Ez 36:26),
- vivir nuestro bautismo amando al Señor con todo nuestro corazón (Mt 22:37),
- confesarnos frecuente y regularmente para evitar que nuestros corazones se endurezcan (ver Sal 95:8),
- aprender de Jesús, porque Él es "paciente y humilde de corazón" (Mt 11:29),
- pedir al Señor que sane nuestros corazones, porque Él esta "cerca del que sufre y salva a los que están abatidos" (Sal 34:19),
- adorar al Sagrado Corazón de Jesús, y
- pedir la intercesión del Inmaculado Corazón de María.
El próximo domingo en la Misa, la Iglesia va a rezar el "Primer Escrutinio" para cientos de miles de catecúmenos en todo el mundo. En esta antigua oración, oramos para que el Señor busque, purifique, sane y fortalezca los corazones de los catecúmenos. Oremos también por nuestros propios corazones. ¡Sagrado Corazón de Jesús, ten misericordia de mí!
Oración: Padre, gracias por el corazón atravesado de Jesús (ver Jn 19:34).
Promesa: "Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan" (Sal 1:3).
Alabanza: Carola se acogió en el Señor cuando su marido murió, tal y como lo habían hecho juntos mientras él vivió.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 30 de noviembre de 2016.
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