En una situación extremadamente divisiva y volátil, los líderes de la Iglesia primitiva discernieron correctamente la voluntad del Espíritu Santo (ver Hch 15:28). Ellos fueron capaces de hacer esto porque:

• fueron sumisos a la autoridad de los líderes de la Iglesia (ver Hch 15:2),

• escuchaban aun a aquellos con quienes estaban en desacuerdo (ver Hch 15:12),

• basaban su discernimiento en la Biblia (Hch 15:15ss), y

• vivían en comunidad cristiana (Hch 2:42).

Hoy vemos mucha gente a la que le falta el discernimiento, que están muy confundidas, y toman decisiones terribles en relación al matrimonio, a la crianza de los hijos, al trabajo, las finanzas y al estilo de vida. Aquellos que en nuestra cultura de la muerte usualmente son independientes. Algunos consideran la sumisión a la autoridad como un vicio. Tenemos la tendencia a ser polémicos y a malinterpretar la opinión de aquellos que no están de acuerdo con nosotros. En general, somos bíblicamente iletrados. Más aun, la vida comunitaria se ha deformado en un aislamiento generalizado. Estamos programados para el fracaso en el discernimiento y en la toma de decisiones. Para evitar ser confundido, abusado y engañado, debemos arrepentirnos y dedicarnos a la enseñanza "de los apóstoles" y la vida comunitaria, a partir el pan y a las oraciones (Hch 2:42).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.

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