él vendrá si tu vas
"Después de oírlo, Priscila y Aquila lo llevaron con ellos y le explicaron más exactamente el Camino de Dios" (Hechos 18:26).
En este segundo día de la novena de Pentecostés, debemos pensar no solo en rezar la novena sino también entregarla. Tenemos que llevar alguien a la casa y explicar "más exactamente el Camino de Dios" (Hch 18:26). Y cuando entregamos, "recibiremos y más todavía" (Mc 4:24). En el primer Pentecostés cristiano, ciento veinte discípulos de Jesús recibieron el Espíritu Santo a las nueve de la mañana. Luego, compartieron el Espíritu Santo con tres mil personas más que fueron bautizadas ese día (Hch 2:41).
María recibió el Espíritu Santo y concibió a Jesús. "En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá" donde llevó a Jesús y al Espíritu Santo a Isabel y a su bebé (Lc 1:39ss). El Espíritu Santo es "dado a los que obedecen" al Señor por compartir el Espíritu Santo (ver Hch 5:32). Entonces, Pentecostés por definición no debe ser singular. Pentecostés resulta en otro Pentecostés, seguido de Pentecostés tras Pentecostés.
¿Eres dócil con el Espíritu Santo? Estás dispuesto a recibir el Espíritu Santo solamente si estás deseoso de compartir el Espíritu con los demás. Solamente si estamos dispuestos a ir podemos realmente pedir al Espíritu Santo que venga. ¿Orarás: "Ven, Espíritu Santo"?
Oración: Padre, dame entusiasmo para prender fuego en la tierra (Lc 12:49).
Promesa: "Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, Él se lo concederá en Mi Nombre" (Jn 16:23).
Alabanza: San Agustín regó la semilla de fe en Inglaterra después de que la Reina Berta de Kent la sembró.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.
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