Cuando apoyamos la eliminación de los bebés por aborto y la contracepción, decimos a estos miembros del cuerpo de Jesús, que "No te necesito" (1 Co 12:21). ¿Cómo podemos decir que somos cristianos si tenemos tanto desdén por el cuerpo de Jesús que no nos importa si millones de miembros de su cuerpo son asesinados o nunca les dio la oportunidad de existir? ¿Podemos decir que somos cristianos si tenemos tan poca consideración para el Cuerpo de Cristo que no nos importa si se debilita Su Cuerpo, desfigurado o paralizado por la ausencia de muchos millones de miembros del mundo entero?

Poderosas organizaciones, bien financiadas llegan a todos los rincones del globo para avanzar en la propagación del aborto y la contracepción. Si, como dice santa Teresa de Ávila, Cristo no tiene manos excepto las nuestras y no tiene pies excepto los nuestros, entonces, Su Cuerpo sobre la tierra está siendo cada vez más paralizado con la eliminación de todos los niños que fortalecerían Su Cuerpo. Debemos honrar a todos los miembros de Su Cuerpo, y al más débil y al más pequeño debemos honrar aún con mayor cuidado (1 Co 12:22-24).

La Iglesia defiende el Cuerpo de Cristo en su enseñanza. Sin embargo, mucha gente desobedece las enseñanzas de la Iglesia. Ellos están a favor del aborto; optan por complacer a sus propios cuerpos. No les molesta que el Cuerpo de Jesús sea fracturado siempre y cuando su propio cuerpo no esté sufriendo. Católicos, arrepiéntanse de desfigurar el Cuerpo de Cristo en vez de construirlo. Cristianos, opónganse al aborto y la contracepción. Jesús te pregunta: "¿Me amas más que estos?" (Jn 21:15) ¿Cómo vas a responderle hoy? ¿Cómo vas a responderle en el Día del Juicio?

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de marzo de 2017.

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