el espiritu santo: guía en la oración
"...porque no sabemos orar como es debido" (Romanos 8:26).
Jesús dijo "que era necesario orar siempre sin desanimarse" (Lc 18:1). Orar "...sin cesar" (1 Tes 5:17). Jesús oraba temprano en la mañana (Mc 1:35) y tarde en la noche (Lc 22:39-41). Siendo Sus discípulos, le imitamos y oramos tanto que nos mantenemos en espíritu de oración durante todas las actividades diarias. Jesús continua invitándonos a estar despiertos y orar por lo menos una hora con Él (ver Mt 26:40).
Debido a que nos comunicamos con Dios en la oración, es obvio que para nosotros, orar es un privilegio y una necesidad. No obstante, orar diaria, ferviente y profundamente, es una batalla campal. El Espíritu, entonces, "…viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables" (Rom 8:26).
El Espíritu Santo nos ayuda a vencer nuestras debilidades al orar de muchas formas. El Espíritu nos llama a:
- orar durante la Misa,
- orar con otros (Mt 18:19),
- orar con nuestras esposas y esposos,
- orar como una familia,
- orar en lenguas (1 Co 14:2),
- orar con la Biblia y
- ayunar y orar (Mt 17:21).
El Espíritu Santo esta orando por tí y guiándote en tus oraciones. "Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por Él" (Gal 5:25).
Oración: Padre, envía al Espíritu Santo para transformar mi vida de oración y toda mi vida.
Promesa: "Colmaste a tus hijos de una feliz esperanza, porque, después del pecado, das lugar al arrepentimiento" (Sab 12:19).
Alabanza: Él estuvo muerto, pero ahora vive (Ap 1:18). ¡Jesús es Señor! ¡Aleluya!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de marzo de 2017.
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