Los seres humanos no pueden dejar de estar bajo autoridad. Si no estamos bajo la autoridad de Dios, podemos estar bajo la autoridad de Satanás — incluso si pensamos que estamos "haciendo lo nuestro" (como si tuviéramos "algo propio"). Si no estamos bajo la autoridad de la Iglesia de Dios, "columna y fundamento de la verdad" (1 Tim 3:15), estamos bajo la autoridad de algunos multimillonarios, celebridades, políticos o científicos sociales que son como niños que manipulan, controlan y oprimen a sus compañeros de juego (ver Lc 7:32ss). No puede haber libertad sin autoridad. Solo hay libertad bajo la autoridad de Cristo y Su Iglesia. Cualquier otra libertad es simplemente una dictadura totalitaria disimulada.

Porque la verdad nos hace libres (Jn 8:32) y la Iglesia es la "columna y fundamento de la verdad", la clave de la verdadera libertad es la sumisión a la autoridad de Jesús por medio de la Iglesia. La Iglesia nos protege de la esclavitud combinada con el engaño, especialmente el autoengaño.

Ama la autoridad en Cristo. Ama la verdad para amar la libertad. Ama la Iglesia como Cristo la amó (Ef 5:25).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de mayo de 2017.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.