De acuerdo a la tradición judía, Jesús asoció el ayuno con el duelo. No conforme a ninguna tradición, Jesús enseñó que Su clase de ayuno iba a ser precedido por un banquete de bodas. En algunas culturas, las personas ayunan antes de una boda y un banquete de bodas; pero no conozco ninguna cultura donde la gente ayune después de un banquete de bodas. Jesús implica que, en Su reino, ayunar no solo es precipitado por el dolor del pecado, sino también por la plenitud de la comunión con Él y Su cuerpo, la Iglesia. En el modo de ayunar de Jesús, estamos tratando, no solo de impedir que el pecado conduzca a más pecado, sino también de pasar del banquete terrenal de la boda al mejor de todos en el cielo (ver Ap 19:9).

Por lo tanto, ayunemos antes y después para un banquete de boda. Ayuna en el pacto-amor por Jesús y el Novio (ver Mt 9:15) y "así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios" (Ef 3:18-19). Cuando piensas "rápido", no pienses en la "comida", sino en "plenitud" y "amor".

En la Iglesia Católica, hoy es un día mundial de abstenerse de comer carne. Vayamos más allá de la letra de la ley (ver 2 Co 3:6). Abstengámonos no solo de comer carne sino ayunar de otras maneras, y en los otros días de Cuaresma. Comienza esta Cuaresma ayunando en plenitud y amor.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 29 de noviembre de 2017.

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