tan buen testigo como quiero ser
"Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús" (Hechos 4:33).
Nuestra sociedad humanista y secular apenas se da cuenta cuando los cristianos proclamamos que Jesús ha resucitado de entre los muertos. Nuestro mensaje de la Resurrección es ignorado y a menudo, militantemente negado y ridiculizado. Claramente nos falta poder como testigos del Señor resucitado.
El Espíritu Santo, el cual es Poder (Lc 24:49; Hch 1:8), nos dará el poder que nos falta. Todo lo que necesitamos hacer es obedecerle (Hch 5:32). Tradicionalmente, el Espíritu Santo nos ha dado poder al darnos órdenes comunales y económicas. El Espíritu nos ordena que nos dediquemos a la vida comunitaria (Hch 2:42) y que aceptemos Su gracia para ser de una sola mente y un solo corazón (Hch 4:32). Él ordena a muchos de nosotros que tengamos las cosas en común (Hch 4:32, 2:44). Él no manda a algunos de nosotros a liquidar nuestra propiedad y dar los ingresos a la Iglesia (Hch 4:34ss).
¿Cuánto crees en el Cristo resucitado? ¿Qué tan poderoso quieres ser como Su testigo? El poder máximo está a tu disposición. Obedece al Espíritu y especialmente a Sus mandamientos comunales y económicos.
Oración: Padre, me arrepiento de hacer excusas por mi impotencia. Que pueda confiar en Ti y ser fortalecido con todo el poder, de acuerdo con Tu poder glorioso (ver Col 1:11).
Promesa: "Jesús les dijo de nuevo: '¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes'. Al decirles esto sopló sobre ellos y añadió 'Reciban al Espíritu Santo'" (Jn 20:21-22).
Alabanza: ¡Alabado seas, Padre, Hijo y Espíritu Santo! Gracias por derramar Tus muchos dones sobre nosotros.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.
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