hablando acerca del amor
"Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, Él dará testimonio de mí" (Juan 15:26).
El Espíritu Santo da testimonio de Jesús, y también nosotros debemos dar testimonio (Jn 15:27). Cuando damos testimonio de Jesús, veremos a Dios abrir los corazones de mucha gente, y ellos entregarán sus vidas a Jesús (ver Hch 16:14-15). Por otro lado, al dar testimonio de Jesús, nos encontraremos con una fuerte oposición. Algunos de los que nos aniquilan incluso piensan que están adorando a Dios (Jn 16:2).
Dar testimonio de Jesús significa compartir con alguien tu experiencia personal del amor de Jesús. Atestiguar es muy simple. Lo hacemos frecuentemente cuando hablamos de cómo nos aman los padres, los cónyuges, los hijos, la familia y los amigos. El Señor ha escogido hacer que el testimonio de Él sea sumamente poderoso al proclamar Su Evangelio al mundo. Por lo tanto, atestiguar es especialmente amenazante para el diablo (ver Ap 12:11), quien ataca con vehemencia incluso a cualquiera que piense en el testimonio de Jesús. Sin embargo, el Señor ha dado a Sus testigos un Paráclito, el Espíritu Santo, que dará poder y audacia a los testigos de Jesús, especialmente cuando el diablo trata de intimidarlos (Hch 1:8). Luego, atestiguan con poder sobre la muerte y resurrección de Jesús (Hch 4:33) y hacen discípulos para Jesús de todas las naciones (Mt 28:19).
No te rindas a la intimidación del espíritu maligno. Más bien, cede a la gracia del Espíritu Santo para dar testimonio de Jesús.
Oración: Padre, que pueda dar testimonio de Jesús durante toda mi vida y todo el tiempo hasta la muerte.
Promesa: "Les he dicho esto para que no se escandalicen" (Jn 16:1).
Alabanza: Clara sintió la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía. Ahora ella sirve como las manos y los pies de Jesús para ayudar a las personas que sufren.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.
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