"hagan discípulos"
"Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo reconozca que Tú, Señor, eres Dios, y que eres Tú el que les ha cambiado el corazón" (1 Reyes 18:37).
El Señor le dio a Elías el trabajo de derribar el reino idolátrico del malvado Ajab y Jezabel. Elías profetizó que no llovería por tres años (1 Re 17:1), y no cayó lluvia. Esto paralizó la economía, pero Ajab y Jezabel sobrevivieron. Entonces, Elías clamó al cielo por fuego en el monte Carmelo y cortó las gargantas de 450 profetas del dios falso, Baal (1 Re 18:40). Sin embargo, Ajab, y especialmente Jezabel, permanecieron en sus malvados caminos y juraron matar a Elías dentro de veinticuatro horas (1 Re 19:2). Al conocer esto, el poderoso Elías se sentó y oró al Señor para que le quitara la vida (1 Re 19:4). El Señor envió un ángel para alentar a Elías (1 Re 19:5). Entonces, Elías oyó un mensaje de Dios (1 Re 19:12-13). Dios le dijo a Elías que hiciera a Eliseo su discípulo (1 Re 19:16ss). Finalmente, Dios obró por medio de este discípulo para destruir el reino de Ajab y Jezabel.
Las profecías, una sequía de tres años, el fuego del cielo y el exterminio de cientos de falsos profetas no fueron suficientes para destruir el mal y cumplir el plan de Dios. Hacer un discípulo es lo que cambia el mundo. Sé discípulo de Jesús y haz discípulos de todas las naciones (Mt 28:19).
Oración: Padre, hazme como Jesús, mi Maestro.
Promesa: "Les aseguro que no desaparecerá ni una "i" ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice" (Mt 5:18).
Alabanza: San Antonio predicó a Cristo en España, Francia e Italia. Predicaba contra las prácticas monetarias de su época, como la usura y la avaricia.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.
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