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Domingo, 3 de junio de 2018

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Cuerpo y Sangre de Cristo
(Corpus Christi)


Éxodo 24:3-8
Hebreos 9:11-15
Salmos 116:12-13, 15-18
Marcos 14:12-16, 22-26

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Reflexiones Similares

arriesgar el cuerpo y la sangre

"Esta es la sangre de la nueva alianza" (Éxodo 24:8).

La Última Cena se realizó en un lugar apartado ante la amenaza de persecución. Para alejarse de aquellos que pudieran interrumpir la Última Cena, Jesús arregló todo para tener una combinación divina de circunstancias – un hombre, que llevaba un cántaro de agua, no podía levantar sospechas, fue el guía que los condujo a la casa donde se iba a realizar la Última Cena. (Mc 14:13ss).

A lo largo de la historia de la Iglesia, ha habido persecuciones a quienes adoran a Jesús en la Santa Misa. Cuando fue perseguida en Roma en los comienzos de la Iglesia, la Misa se celebraba bajo tierra en las catacumbas. La gente era martirizada si era atrapada en estas Misas. Algunos católicos en China caminaban treinta millas para recibir la Eucaristía. Si los atrapaban, corrían el riesgo de ser asesinados. En Inglaterra durante la persecución a los católicos, los sacerdotes se escondían dentro de las casas. Las Misas se celebraban en cuartos escondidos. Muchos de los que asistían eran atrapados y brutalmente martirizados.

En Estados Unidos y en muchos otros países del mundo, podemos ir a Misa y recibir la Eucaristía libremente al menos actualmente, cuando escribimos esto. Los ataques relacionados con la libertad religiosa y la Iglesia Católica pueden ser pronósticos de futuras persecuciones.

Jesús dio su vida, esto es su Cuerpo y su Sangre para que lo recibamos en la Eucaristía. Si hoy supiéramos que podemos ser asesinados si nos encuentran entrando a la Iglesia, ¿arriesgaríamos nuestra vida para recibir su Cuerpo y su Sangre?

Oración:  Señor Jesús, este es mi cuerpo que Te entrego. Hazme un misionero de la Eucaristía para llevar a todos los que pueda a que amen adoren la Eucaristía.

Promesa:  "¡...Cuánto más la sangre de Cristo, que por otra del Espíritu eterno, Cristo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para permitirnos tributar culto al Dios viviente! (Heb 9:14)

Alabanza:  "¡Dulce Sacramento, te adoramos! Haznos amarte cada día más y más".

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.