Mi hijo adulto y yo estamos asistiendo a la Misa de la mañana durante nuestras vacaciones en la hermosa Catedral de Cheyenne, Wyoming. El Obispo de la Diócesis está celebrando la Misa dedicada a María, Auxilio de los Cristianos. Estas son las vacaciones de campamento padre hijo. Mi hijo y yo estamos poniendo todo lo mejor de nosotros para poner a Dios primero en nuestras vacaciones, y el Señor a cambio nos está bendiciendo abundantemente dándonos a los dos una Misa celebrada por el Obispo.

Los padres de familia han sido bendecidos por Dios por tener una influencia primordial en la formación de sus hijos. Los padres son los representantes vivos del Padre Celestial para sus hijos. "Por que todo lo que el padre hace, el hijo lo repetirá de igual manera" y esto aplica a ambos la relación de Jesús con Su Padre celestial y la relación de los padres terrenales con sus hijos (Jn 5:19). "Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace" (Jn 5:20).

Dios ha creado la relación padre hijo de una manera especial. Su plan es convertir los corazones de los padres a sus hijos y el corazón de los hijos a sus padres (Mal 3:24). Al enviar a san Juan Bautista a la tierra, Dios incluso mencionó específicamente que uno de los efectos del ministerio de Juan era convertir los corazones de los padres a sus hijos (Lc 1:17).

Cuando los padres viven para el Señor y la Iglesia, es probable que los hijos sigan el ejemplo de sus padres. Alternativamente, si los padres vivimos un estilo de vida pecaminoso, es probable que nuestros hijos imiten ese mismo estilo de vida (ver Am 2:7). Padres, guíen a sus hijos al Señor y a Su Iglesia.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de diciembre de 2017.

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