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Martes, 28 de agosto de 2018

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san Agustín


2 Tesalonicenses 2:1-3, 14-17
Salmos 96:10-13
Mateo 23:23-26

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¿estás esperando? (ver agos 27)

"Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con Él…" (2 Tesalonicenses 2:1).

Los tesalonicenses habían sido seducidos hasta el punto de agitarse y asustarse porque pensaban que el mundo se iba a acabar (2 Tes 2:2). Algunos tesalonicenses incluso renunciaron a sus trabajos porque pensaron que solo tendrían unos cuantos días en la tierra (2 Tes 3:7ss). También, algunos de los corintios se divorciaron de sus esposas paganas, posiblemente porque esperaban que el Señor viniera y que el mundo terminara en cualquier minuto (1 Co 7:12ss). Estos primeros cristianos estaban errados en sus reacciones ante la posibilidad de que el mundo terminara. Sin embargo, no se equivocaron al esperar el final del mundo y el regreso de Cristo.

El peor error que podemos cometer es ignorar el hecho de que Jesús regresará a la tierra en el momento en que menos lo esperamos (Lc 12:40). "El Día del Señor, llegará como un ladrón, y ese día, los cielos desaparecerán estrepitosamente; los elementos quedarán fundidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será consumida. Ya que todas las cosas se desintegrarán de esa manera, ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes, esperando y acelerando la venida del Día del Señor!" (2 Pe 3:10-12)

Los primeros cristianos tenían una palabra en la punta de sus lenguas. Ellos repetían constantemente "¡Maranatha!" ("¡Ven, Señor Jesús!") (Ap 22:20; 1 Co 16:22) al cual el Señor responde: "¡Sí, volveré pronto!" (Ap 22:20)

Oración:  ¡Ven, Señor Jesús, ven!

Promesa:  "Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera" (Mt 23:26).

Alabanza:  Mientras estuvo enfermo, san Agustín colgó en las paredes de su cuarto los siete salmos penitenciales (Sal 6, 32, 38, 51, 102, 130, 143), de manera que pudiese leerlos en un espíritu de arrepentimiento.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de enero de 2018

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