el matrimonio y la divinidad
"Que el hombre no separe lo que Dios ha unido" (Marcos 10:9).
Si Jesús no es Dios, Él no nos ha salvado mediante Su muerte en la cruz y el cristianismo es falso. Sin embargo, sabemos que Jesús es Dios porque:
- Él resucitó de entre los muertos por Su propio poder, y solo Él puede hacer eso (ver Rom 1:4).
- Los discípulos de Jesús viven en santidad, libertad, y pureza lo cual es humanamente imposible. Solo Dios puede hacernos nuevas criaturas.
Uno de los mejores ejemplos de vivir una nueva vida en el divino Jesús es el matrimonio cristiano. Durante milenios en todas las culturas, ha sido obvio que el divorcio era necesario (ver Dt 24:1). Sin embargo, Jesús anunció que el divorcio ya no era necesario porque nos daría una nueva naturaleza (Mc 10:9ss). Solo Dios puede hacer tal cosa.
Por lo tanto, las parejas casadas cristianas hacen lo imposible. Ame a su cónyuge fiel y fructíferamente "hasta que la muerte los separe". Luego, déle a Jesús toda la gloria por el amor y la belleza humanamente imposible de su matrimonio. Permita que su matrimonio sea un sacramento de la divinidad de Cristo. Debido a su matrimonio, que toda rodilla se doble y que toda lengua proclame que Jesús es Dios (ver Fil 2:10-11). Debido a la unión en su matrimonio, el mundo creerá en la divinidad de Jesús (ver Jn 17:21). Ame a su pareja con amor divino.
Oración: Padre, haz de los matrimonios cristianos obras maestras y signos divinos.
Promesa: "El que teme al Señor encamina bien su amistad, porque como es él, así también será su amigo" (Eclo 6:17).
Alabanza: Virginia y Mateo se ministraron mutuamente y junto con otros durante cincuenta años.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 16 de julio de 2018
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