una cosa segura y una cosa incierta
"Ustedes serán odiados por todos a causa de Mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará" (Mateo 10:22).
"Cualquiera que quiera vivir una vida piadosa en Cristo Jesús puede esperar ser perseguido" (2 Tim 3:12). El Señor ha revelado claramente que seremos perseguidos si estamos tratando de vivir la vida cristiana (ver Mt 5:11). Para nosotros, ser perseguido no es una posibilidad sino una certeza. El Señor nos ha enviado como ovejas entre lobos (Mt 10:16), y, no importa cuán listos e inocentes seamos, seremos perseguidos. No sabemos si seremos perseguidos por grupos religiosos, gobiernos, nuestras familias o todo lo anterior (ver Mt 10:17ss), pero definitivamente tendremos el privilegio de ser perseguidos si seguimos fielmente a Jesús.
Aunque la persecución es segura, nuestra fidelidad es incierta. En el fin del mundo, la apostasía se volverá tan mala (2 Tes 2:3) que todos negaríamos a Cristo si el Señor no hubiera acortado los últimos días (Mc 13:20). No sabemos si resistiremos a la persecución o nos retiraremos bajo la presión. Todo lo que sabemos es que, si estamos viviendo para el Señor con todo nuestro corazón en este momento, estamos haciendo lo mejor que podemos para fortalecernos incluso para el futuro más difícil. Vive en absoluto abandono a la voluntad de Dios ahora. La persecución futura se cuidará de sí misma (Mt 6:34).
Oración: Padre, te quiero tanto que deseo ser martirizado.
Promesa: "Confía en el Señor y haz el bien; habita en la tierra y vive tranquilo: que el Señor sea tu único deleite, y Él colmará los deseos de tu corazón" (Sal 37:3-4).
Alabanza: Como las cosas parecen empeorar, Roberto y María oran con más fervor.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 12 de diciembre de 2018
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