Las relaciones físicas pueden ser muy satisfactorias para seres humanos. Por ejemplo, la relación física de una pareja casada expresada en una relación sexual puede ser una bendición excepcional. La relación física de una madre con el niño que concibe, nace y cuida es también una de las mayores bendiciones de la vida. Por lo tanto, una mujer le gritó a Jesús: "¡Bendito sea el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!" (Lc 11:27) Empero, Jesús la respondió: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican” (Lc 11:28). Por maravillosas que puedan ser las relaciones físicas, incluso lo maravillosa que fue la relación física de María con Jesús, es más bendecido escuchar la Palabra de Dios y guardarla.

   Vivir la Palabra de Dios es una bendición tal que cuando Jeremías encontró las palabras de Dios, las devoraba (Jer 15:16). Se convertían en el gozo y alegría de su corazón (Jer 15:16). El salmista se deleitaba en obedecer la Palabra de Dios (Sal 40:9). La Palabra de Dios era más preciosa para él "que todo el oro y la plata" (Sal 119:72). Cuando Esdras proclamó la Palabra de Dios a la gente, se regocijaron y celebraron durante ocho días (Neh 8:9-18). Jesús pasó la tarde y la noche del día de su resurrección abriendo los corazones y las mentes de dos discípulos y apóstoles a las Escrituras (ver Lc 24:27, 32, 45). Hay algo muy sagrado en escuchar y hacer la Palabra de Dios. Consigue bendición.

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de octubre al 30 de noviembre de 2020. Otorgado el 1 de abril de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.