¡jesús ha resucitado! ¡aleluya para siempre!
“Si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil” (1 Corintios 15:17).
Jesús ha resucitado de entre los muertos, y ha prometido resucitar también a aquellos que viven para Él. Esta es la mayor revelación de la fe cristiana. Si Jesús ha resucitado, entonces Él es Dios. Si es Dios, entonces todas sus revelaciones, afirmaciones, y promesas tienen que ser verdaderas. Si Jesús no ha resucitado, entonces Él no es Dios, y el cristianismo tiene que ser una farsa. Por consiguiente, nuestros pecados no han sido perdonados (ver 1 Co 15:17). No somos nacidos de nuevo. No somos hijos de Dios. No somos libres, puros, ni santos. “Los que murieron con la fe en Cristo han perecido para siempre” (1 Co 15:18). Si Cristo no ha resucitado, “somos los hombres más dignos de lastima” (1 Co 15:19), la vida no tiene sentido, no hay esperanza para nosotros, y estamos condenados.
“Pero no, Cristo resucitó de entre los Muertos, el primero de todos” (1 Co 15:20). Gracias a ella, se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina (2 Pe 1:4), y como la familia elegida del Señor, un sacerdocio real, una nación santa (1 Pe 2:9). Somos salvados, redimidos, elegidos y llamados a ser santos como el Señor es santo (ver 1 Pe 1:15-16). Vivimos en la victoria final, mientras esperamos con Jesús que Sus enemigos sean puestos debajo de Sus pies (ver Heb 10:12-13). Aunque todavía carguemos con nuestras cruces cada día (Lc 9:23) y participemos de los sufrimientos de Cristo (Fil 3:10), vivimos en la tierra el amor, la alegría, y la libertad de la vida de Cristo resucitado y esperamos vivir la perfección de esa vida cara a cara con Jesús en el cielo.
Con una fe aún más fuerte, vive la vida resucitada al máximo.
Oración: Padre, fortalece mi fe en la Resurrección de Jesús y muéstrame las formas en que esta fe puede ser sutilmente debilitada.
Promesa: “Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades” (Lc 8:1-2).
Alabanza: Tomando en cuenta el horario difícil de su esposo, Ana oró para que Dios le facilitara una hora de Misa factible para ella. Desde que hizo esa oración, se ha convertido en una persona que comulga diariamente.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de agosto al 31 de septiembre de 2020. Otorgado el 11 de febrero de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.