conversaciones de conversión
“Porque tú darás testimonio ante todos los hombres de lo que has visto y oído” (Hechos 22:15).
La conversión de san Pablo se cuenta hasta tres veces y con una extensión considerable en los Hechos de los Apóstoles (ver Hch 9:1-22; Hch 22:1-21; Hch 26:1-23). Esta triple repetición no hace sino enfatizar lo crucial que es que la gente oiga cómo Dios llama a la conversión.
Si escuchamos el testimonio de Pablo: “Yo, por mi parte, consideraba que debía combatir por todos los medios el nombre de Jesús de Nazaret. Así lo hice en Jerusalén: yo mismo encarcelé a un gran número de santos…, y cuando se los condenaba a muerte, mi voto era favorable. Recorría frecuentemente las sinagogas, y los castigaba para obligarlos a renegar de su fe. Lleno de rabia contra ellos, los perseguía hasta en las ciudades extranjeras” (Hch 26:9-11). “A pesar de mis blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores… fui tratado con misericordia, porque cuando no tenía fe, actuaba así por ignorancia. Y sobreabundó a mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de Cristo Jesús” (1 Tim 1:13-14). Pablo condensó el mensaje de su testimonio de la siguiente manera: “Solo por lo que habían oído decir de mí: ‘El que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que antes quería destruir. Y glorificaban a Dios a causa de mí” (Gál 1:23-24).
Pablo sabía que, al contar su historia de conversión, Dios recibiría mayor gloria (Gál 1:24). También sabía que Satanás sería derrotado por el testimonio de su conversión (Ap 12:11). Por tanto, nunca te “avergüences del testimonio de nuestro Señor” (2 Tim 1:8).
El Señor también tiene pensado hacer lo mismo con el testimonio de nuestra vida. Así que también nos dice: “Me he aparecido a ti para hacerte ministro y testigo de lo que has visto en mí” (Hch 26:16). “Serán mis testigos” (Hch 1:8).
Oración: Padre, que crea tan profundamente en Ti que nunca jamás piense que una situación o persona alguna está fuera de toda esperanza
Promesa: “El Dios de nuestros padres te ha destinado para conocer Su voluntad, para ver al Justo y escuchar Su Palabra” (Hch 22:14).
Alabanza: ¡San Pablo, ora para que experimentemos una nueva conversión y un despertar de nuestra fe!
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de diciembre de 2020 al 31 de enero de 2021. Otorgado el 29 de abril de 2020. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.