¿perdiendo la cabeza?
“Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad, conforme al designio misericordioso que estableció de antemano en Cristo, para que se cumpliera en la plenitud de los tiempos: reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo” (Efesios 1:9-10).
En las cartas a los Efesios y Colosenses, a Cristo se le llama la Cabeza del Cuerpo, la Iglesia (Ef 1:22; 4:15; Col 1:18; 2:19). Esto nos muestra cuán literalmente se debe tomar que sin Jesús no podemos hacer nada (Jn 15:5). Por ejemplo, sin el cerebro en tu cabeza dando órdenes a tus ojos, no podrías leer esta oración. Sin tu cerebro, no podrías entender lo que estás leyendo, qué día es o cómo te llamas. Cuando vemos a una persona que ha sufrido una lesión cerebral, vemos el significado de la analogía de Cristo como nuestra Cabeza. Necesitamos estar conectados con Jesús incluso más de lo que las partes de nuestro cuerpo necesitan estar conectadas a nuestro cerebro. De lo contrario, estamos paralizados. En consecuencia, el propósito de la vida es dar una “terapia” espiritual al mundo al unir “todas las cosas en los cielos y en la tierra bajo un solo jefe, que es Cristo” (Ef 1:10).
Por lo tanto, no pierdas la cabeza. ¡Arrepiéntete! Permanece total e íntimamente comprometido y conectado con Jesús, nuestra Cabeza.
Oración: Padre, envía el Espíritu Santo para que viva en Jesús, y por Él viva en Ti y en el Espíritu.
Promesa: “Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: Su mano derecha y Su santo brazo le obtuvieron la victoria” (Sal 98:1).
Alabanza: Habiendo dejado la Iglesia en su juventud, Dolores regresó décadas después y ahora está íntimamente conectada con Jesús, su Salvador.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de octubre al 30 de noviembre de 2022. Otorgado el 14 de marzo de 2022. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.