inmaculadamente corregidos
“Y nos ha elegido en Él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en Su presencia” (Efesios 1:4).
Necesitamos ser hechos “perfectos en nuestra santidad” e “irreprochables en todo su ser… hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes 5:23). Él Señor regresará para encontrar, “una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, santa e inmaculada” (Ef 5:27). Si hemos de mirar a nuestro Señor cara a cara en el cielo (Heb 12:14), debemos estar santificados e inmaculados en todo aspecto de nuestra conducta (1 Pe 1:15).
Nos volvemos santificados e inmaculados por ser bautizados en Cristo y recibiendo una nueva naturaleza humana en Cristo. Cuando pecamos después de haber recibido una nueva vida en Cristo, podemos ser rescatados inmaculadamente por el hecho de arrepentirnos de nuestros pecados, confesándolos, y aceptando el perdón de Dios. Viviendo una vida con Cristo y resistiendo las tentaciones, arrepintiéndonos de los pecados, y siendo purificados, nos convertimos en seres inmaculados. Si le hemos entregado totalmente nuestras vidas a Jesús, pero no hemos logrado ser inmaculados al morir, nos hará inmaculados en el purgatorio. Si es que vemos a Dios en el cielo, necesitamos que nos haga inmaculados por Su gracia (Heb 12:14).
El solemne día festivo de hoy, la Inmaculada Concepción de la Virgen María, nos enseña la necesidad y la esperanza de ser inmaculados. Él Señor hizo a Nuestra Señora Inmaculada desde su concepción. Esto sirve para animarnos en que Dios nos hará inmaculados después de ser concebidos, a lo largo de nuestras vidas, y antes o, si es necesario, después de nuestras muertes.
“Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”.
Oración: Padre, “¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!” (Sal 51:4)
Promesa: “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho” (Lc 1:38).
Alabanza: “Únicamente Tu y tu Madre son más bellas que cualesquiera otros; porque no hay mancha en Ti, ni manchas sobre tu Madre” (Los Himnos Nísibis, san Efrén, 370 AD).
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de diciembre de 2022 al 31 de enero de 2023. Otorgado el 15 de junio de 2022. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.