La vida es una cuestión de corazón. Si hemos aceptado un corazón nuevo del Señor (Ez 36:26) y vivimos en consecuencia amándolo con todo nuestro corazón (ver Lc 10:27), nuestra vida en la tierra será abundante (ver Jn 10:10), libre, santa y satisfecha. Luego, después de nuestra muerte o la venida final de Jesús, viviremos para siempre con el Señor en el perfecto amor del cielo.

   Sin embargo, si dejamos que nuestro corazón se endurezca a lo largo de nuestras vidas y permanecemos así, viviremos vidas de creciente insensibilidad. Seremos espiritualmente ciegos al pecado en nuestro corazón y al pobre en medio de nosotros (ver Lc 16:20ss). Nuestros corazones pueden endurecerse tanto que no escucharemos a alguien que se levante de entre los muertos (por ejemplo, Jesús mismo) (ver Lc 16:31). Si morimos en este estado de dureza de corazón, iremos a un lugar de tormento eterno (ver Lc 16:24) y estaremos separados de Dios para siempre por un gran abismo (ver Lc 16:26).

   Debido a que la vida y la muerte eterna son asuntos del corazón, es de gran importancia conocer la condición de nuestro corazón. En el tercer, cuarto y quinto Domingos de Cuaresma, los catecúmenos del mundo le piden al Señor que escudriñe sus corazones. Recemos todos estas oraciones para asegurarnos de que estamos viviendo la vida de un corazón nuevo.

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de febrero de 2022 al 31 de marzo de 2022. Otorgado el 16 de agosto de 2021. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.