“La Palabra de Dios no está encadenada” (2 Tim 2:9), sin embargo, los mensajeros de la Palabra de Dios si pueden ser encadenados. Frecuentemente somos encadenados por nuestros pecados, el egoísmo, o el miedo. Sin embargo, podemos ser encadenados en maneras muy sutiles. Por ejemplo, el demonio trató de encadenar a los apóstoles haciéndolos creer que necesitaban reducir sus oraciones y el ministerio de la Palabra para que en vez usaran su tiempo para tratar de solucionar con desacuerdos entre miembros de la iglesia antigua (Hch 6:2ss). Satanás los tentó convenciéndolos en que eran obras buenas y necesarias. Es más, satanás no les dijo que abandonaran por completo el ministerio de la Palabra, únicamente que suspendieran por un corto tiempo. Sin embargo, en cuanto nos desviamos, aunque sea un poco, de nuestro plan otorgado por Dios (aun si lo hacemos ejecutando buenas acciones), ya no estamos haciendo la voluntad de Dios. Cuando cedemos, aunque sea un centímetro, por un instante, ese centímetro se convierte en kilómetros que duran para siempre.

   Por lo tanto:

• Haz las obras de Dios, no únicamente obras buenas (véase Lc 10:38-42).
• Haz nada menos que Su voluntad (véase Sal 143:10).
• No interrumpas o pospongas las obras de Dios. Hazlas ahora (véase 2 Co 6:2).
• No te rindas en proclamar Su Palabra en todo momento (2 Tim 4:2).

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de abril de 2023 al 31 de mayo de 2023. Otorgado el 9 de noviembre de 2022. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.