dichos salvadores
“Él nos salvó” (Tito 3:5).
"Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor a
los hombres…Él nos salvó" (Tit 3:4-5). "Él nos salvó haciéndonos renacer
por el bautismo y a renovándonos por el Espíritu Santo. Y derramó
abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo,
nuestro Salvador" (Tit 3:5-6). Hemos sido salvos por gracia y por fe (Ef
2:5, 8; ver también Lc 17:19). Jesús, cuyo nombre significa "Yahvé salva",
es nuestro Salvador, nuestro único Salvador (ver Hch 4:12).
El Señor nos manda:
• Regocijarnos en nuestra salvación (Is 25:9). María dijo entonces:
“Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece
de gozo en Dios, mi salvador” (Lc 1:46-47).
• "Trabajen por su salvación con temor y temblor" (Fil 2:12). Esto
significa que debemos vivir nuestra salvación siendo fieles a
nuestras promesas bautismales.
• Compartir nuestra salvación dando testimonio de Jesús (Hch 1:8)
y haciendo discípulos de todas las naciones (Mt 28:19), porque Él
quiere que todos se salven (1 Tim 2:4).
Recuerda que, sin ser salvados por Jesús, seríamos "insensatos,
rebeldes, extraviados" (Tit 3:3), "esclavos de los malos deseos y de toda
clase de concupiscencias, y vivíamos en la maldad y la envidia, siendo
objeto de odio y odiándonos los unos a los otros" (Tit 3:3). Nuestras vidas
serían un infierno en la tierra y un infierno tras otro si no fuera por Jesús,
nuestro Salvador. Todo se lo debemos a Él. Por lo tanto, regocijémonos
en nuestra salvación, vivamos plenamente y compartamos con todos.
¡Alabado sea Jesús, nuestro único Salvador!
Oración: "Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor a los hombres…Él nos salvó" (Tit 3:4-5). "Él nos salvó haciéndonos renacer por el bautismo y a renovándonos por el Espíritu Santo. Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador" (Tit 3:5-6). Hemos sido salvos por gracia y por fe (Ef 2:5, 8; ver también Lc 17:19). Jesús, cuyo nombre significa "Yahvé salva", es nuestro Salvador, nuestro único Salvador (ver Hch 4:12). El Señor nos manda: • Regocijarnos en nuestra salvación (Is 25:9). María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador” (Lc 1:46-47). • "Trabajen por su salvación con temor y temblor" (Fil 2:12). Esto significa que debemos vivir nuestra salvación siendo fieles a nuestras promesas bautismales. • Compartir nuestra salvación dando testimonio de Jesús (Hch 1:8) y haciendo discípulos de todas las naciones (Mt 28:19), porque Él quiere que todos se salven (1 Tim 2:4). Recuerda que, sin ser salvados por Jesús, seríamos "insensatos, rebeldes, extraviados" (Tit 3:3), "esclavos de los malos deseos y de toda clase de concupiscencias, y vivíamos en la maldad y la envidia, siendo objeto de odio y odiándonos los unos a los otros" (Tit 3:3). Nuestras vidas serían un infierno en la tierra y un infierno tras otro si no fuera por Jesús, nuestro Salvador. Todo se lo debemos a Él. Por lo tanto, regocijémonos en nuestra salvación, vivamos plenamente y compartamos con todos. ¡Alabado sea Jesús, nuestro único Salvador!
Promesa: "Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias" (Lc 17:15-16).
Alabanza: Santa Francisca Javier Cabrini estaba afligida por su salud frágil, pero no dejó que eso le impidiera fundar las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de octubre al 30 de noviembre de 2024. Otorgado el 3 de abril de 2024. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.