“así podré conocerlo a él [cristo]” (fil 3:10)
“‘Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen?’” (Juan 14:9)
El apóstol Felipe vivió, comió, bebió, durmió y viajó tres años con Jesús. Así fue que Jesús concluyó que san Felipe aún no lo conocía (Jn 14:9).
Después de tres años similares, el apóstol Pedro admitió este mismo hecho. Pedro miró a Jesús atado y acusado desde el otro lado del patio y dijo: “Pedro se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre” (Mt 26:74). Si bien es cierto que Pedro habló por cobardía, es importante reconocer que Pedro realmente no conocía a Jesús. Conocía a Jesús como Maestro y Obrador de milagros, pero Pedro no conocía a Jesús, el Siervo sufriente.
Si los apóstoles no lo conocieron, ¿cómo podemos conocerlo nosotros? “La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos” (1 Jn 2:3). “El que dice: ‘Yo lo conozco’, y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él” (1 Jn 2:4).
Necesitamos conocer Sus mandamientos para poder obedecerlos. En consecuencia, necesitamos pasar tiempo leyendo Su Palabra y hacer de ella nuestro hogar (Jn 8:31). En las palabras de san Jerónimo: “La ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo” (Catecismo de la Iglesia Católica, 133).
Un día esperamos poder decirle a Jesús todas las formas en que nosotros lo conocimos (Mt 7:22; Lc 13:26). Empero, si no demostramos el haber guardado sus mandamientos, su juicio será: "Jamás los conocí" (Mt 7:23).
Oración: Jesús, deseo conocerte a Ti, a Tu Palabra, al poder que brota de Tu resurrección, y la manera de participar en tus sufrimientos a la vez que me formas en el modelo de Tu muerte (Fil 3:10).
Promesa: Jesús “resucitó al tercer día... Se apareció a Pedro y después a los Doce” (1 Co 15:4-5).
Alabanza: Después de recibir al Espíritu Santo en el cenáculo, ambos santos Felipe y Santiago siguieron a su Maestro hasta la muerte.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de abril de 2024 al 31 de mayo de 2024. Otorgado el 6 de diciembre de 2023. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.