una guerra digna de ver
“Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón” (Génesis 3:15).
Una guerra ruge entre el reino de Dios y el reino de las tinieblas. Por ser una guerra espiritual, no se puede ver con la vista física (ver 1 Co 2:12-15). Es fundamental saber que estamos en una guerra y actuar en consecuencia. Imagínese caminar por una zona de guerra sin darse cuenta de que las balas y las bombas zumban cerca. Esto nos pondría en riesgo de convertirnos en una víctima, ya que no nos defenderíamos a nosotros mismos ni a nuestros seres queridos.
Esta guerra espiritual tiene muchas bajas: hambre generalizada, divorcio, millones de bebés abortados, pecado sexual desenfrenado, codicia, injusticia, egoísmo, abuso de sustancias, actos de violencia y mucho más. El hombre natural ve las bajas sin pensar en Dios, a menos que sea para culpar a Dios. El hombre espiritual ve la guerra espiritual y responde con armas espirituales como se enumera en Efesios 6:10-20. “Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio” (Ef 6:12).
Una vez la tierra de Israel estuvo bajo ataque. El siervo del profeta Eliseo se lamentó de que las fuerzas del ejército arameo invasor rodearan la ciudad, que no tenía tropas suficientes para hacerles frente (2 Re 6:14-15). “‘No temas, respondió Él, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos’. Luego Eliseo oró, diciendo: ‘Señor, ábrele los ojos para que vea’. El Señor abrió los ojos del servidor, y él vio que la montaña estaba repleta de caballos y carros de guerra alrededor de Eliseo” (2 Re 6:16-17).
Ruega al Señor la gracia de ver la guerra, pelear como es debido y confiar en que la batalla le pertenece a Él (1 Sm 17:47).
Oración: Padre, que pueda “caminar por fe, y no por vista” (2 Co 5:7). Dame ojos para “el buen combate” de fe (2 Tim 4:7).
Promesa: “Todo esto es por ustedes” (2 Co 4:15).
Alabanza: ¡Alabado seas, Jesús resucitado, Capitán y Vencedor!
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de junio de 2024 al 31 de julio de 2024. Otorgado el 8 de noviembre de 2023. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.