el espíritu de la valentía
“Manténte alerta y no pierdas la calma; no temas” (Isaías 7:4).
El rey Ajaz estaba a punto de ser atacado por dos ejércitos formidables. En consecuencia, “el corazón del rey y el corazón del pueblo se estremecieron, como se estremecen los árboles del bosque con el viento” (Is 7:2). Anticipando la muerte, la destrucción y la devastación de la guerra, Ajaz estaba estremecido “como se estremecen por el viento los árboles del bosque”.
El Papa san Juan Pablo II discernió que muchos de nosotros somos como el Rey Ajaz. Tenemos un miedo mortal. Puede que no lo admitamos ni seamos plenamente conscientes de ello, pero el miedo reina en la vida de muchos. El miedo paraliza a muchos de nosotros y nos impide vivir nuestra vocación, evangelizar, cambiar de estilo de vida, dar el diezmo y la limosna, defender la vida, construir comunidad cristiana.
Para librarnos del miedo, debemos tener fe (Is 7:9; Mc 5:36). La fe es a la vez un don (1 Co 12:9) y fruto del Espíritu Santo (Gál 5:22)
Para librarnos del temor del hombre, necesitamos el temor del Señor (Eclo 34:14; ver Prov 9:10). El temor del Señor es un don del Espíritu Santo (Is 11:2ss).
Para librarnos del miedo, hemos “el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él” (1 Jn 4:16). Así eliminamos el miedo (1 Jn 4:18). El amor es fruto del Espíritu Santo (Gál 5:22).
Cuando el Espíritu viene, el miedo se va. “Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios. El mismo espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios” (Rom 8:15-16). ¡Ven, Espíritu Santo!
Oración: Padre, dame un nuevo Pentecostés de libertad y valentía.
Promesa: “El Señor es grande y digno de alabanza, en la Ciudad de nuestro Dios. Su Santa Montaña, la altura más hermosa, es la alegría de toda la tierra” (Sal 48:2-3).
Alabanza: Te alabo, Señor, por los sacerdotes y hermanas carmelitas de nuestro mundo, cuya orden surgió de los ermitaños que vivían en el Monte Carmelo en el norte de Israel.
Referencia:
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de junio de 2024 al 31 de julio de 2024. Otorgado el 8 de noviembre de 2023. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, Ohio
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.