estamos esperando a los bautizados
"¡Animo, Zorobabel! —oráculo del Señor. ¡Animo, Josué, hijo de Iehosadac, Sumo Sacerdote! ¡Animo, todo el pueblo del país! —oráculo del Señor. ¡Manos a la obra!" (Ageo 2,4).
La tarea de reconstruir la casa del Señor requería un sacerdote: Josué; profetas: Ageo y Zacarías; y un rey: Zorobabel. Para reconstruir la casa del Señor y renovar la faz de la Tierra, fue necesario Jesús El Sacerdote, el Profeta y el Rey de Reyes (Cfr. Ap 19,16). Para que la redención de Jesús llegue a reconstruir nuestros hogares es necesario: el bautismo en Cristo, que nos permita vivir la vocación de sacerdotes, profetas y reyes. En el Bautismo, fuimos ungidos con la Crisma igual que los Sacerdotes, Profetas y Reyes. Como Jesús y en Jesús, tenemos el Espíritu Santo en nosotros. Cristo nos ha enviado a llevar la Buena Nueva a los pobres y para anunciar Justicia y Libertad (Lc 18,19).
Renovemos nuestros Bautismo para vivirlo al máximo. Este bautismo en Cristo Jesús, nos cubre con poder Sacerdotal, Profético y Real, para renovar la faz de la tierra (Sal 104,30). Construyamos el Reino de Dios en la Tierra así como en el Cielo (Mt 6,10); ¡vivamos nuestro Bautismo!
Oración: Padre, "Agita a todas las Naciones" y llena tu "Casa con Gloria" (Ag 2,7).
Promesa: "Pero ustedes, les preguntó, '¿quién dicen que soy yo'? Pedro, tomando la palabra, respondió: 'Tú eres el Mesías de Dios'" (Lc 9,20).
Alabanza: San Vicente no sólo trabajo por los pobres de Dios, el trabajó transformándose a sí mismo, a través de la Gracia de Dios, de un ser rudo y molesto a uno tierno y amable.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de mayo de 2013
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