¿tener un problema o reconocer el problema?
"Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera." (Lucas 13:11).
Algunas de nuestras comunidades de fe, pueden parecerse a la mujer del Evangelio de hoy: poseída, drenada, y encorvada por dieciocho años. La falta de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, la ausencia de casi toda una generación de jóvenes, y muchos momentos en que hemos cedido a la tentación de abrazar una cultura secularizada y materialista, son ejemplos concretos de este deterioro.
Como es de costumbre en situaciones de esclavitud, nosotros hemos negado los problemas y de ese modo se prolongan. En vez de admitir que algo esté muy mal, usamos eufemismos, como "fusión", "re estructuración", y "transición" en lugar de "clausura", "rescate", y " deterioro". Hay algo dentro de nosotros que no quiere ser puesto en libertad (Lc 13:14).
Debemos evitar el entrar en una relación adúltera con el mundo. "Y sépanlo bien: ni el hombre lujurioso, ni el impuro, ni el avaro ―que es un idólatra― tendrán parte en la herencia del Reino de Cristo y de Dios. No se dejen engañar por falsas razones" (Ef 5:5-6). La solución requerirá el admitir que tenemos un problema; que el diablo ha entrado a través de nuestra desobediencia, y que debemos arrepentirnos de nuestros pecados. Jesús quiere librarnos de nuestros grilletes, sólo si podremos admitir que lo necesitamos (Lc 13:16).
Oración: Padre, me arrepiento de negarme a admitir mi necesidad de arrepentirme.
Promesa: "En cuanto al pecado carnal y cualquier clase de impureza o avaricia, ni siquiera se los mencione entre ustedes, como conviene a los santos" (Ef 5:03).
Alabanza: Katrina estaba adicta al alcohol y a las drogas por muchos años. Jesús la liberó. Ahora tiene un trabajo y libremente da alabanza a Jesús en el viaje de autobús al trabajo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de junio de 2014
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