no más juegos mentales
"Les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento" (Filipenses 2:2).
Para estar unidos en el matrimonio, la familia y la iglesia, tenemos que ser del mismo pensamiento (Hch 4:32 Fil 2:2). Todos nos damos cuenta de esto por instinto, por lo cual tratamos de cambiar las mentes de los demás, para que sean como las nuestras. Esto no ocurre como queremos. De hecho, cuando nos damos cuenta de que alguien está tratando de cambiar nuestras mentes, a menudo nos rebelamos y nos volvemos aún más desunidos.
Hay un camino por el cual podemos ser de una sola mente. Podemos estar de acuerdo para cambiar nuestras mentes, si logramos tener "los mismos sentimientos de Cristo Jesús" (Fil 2:5). Si tú y yo estamos unidos en el pensamiento de Cristo, nuestras mentes entonces estarán unidas una con otra. Estamos unidos en Cristo.
Cuando somos del mismo sentir con Cristo y otros cristianos, igual que Él, serviremos en lugar de querer que nos sirvan (Mt 20:28). Buscaremos "no solamente" nuestro "propio interés, sino también el de los demás" (Fil 2:4). Esto profundiza nuestra unidad con Cristo y los otros. A medida que descubrimos las profundidades del amor en la mente de Cristo, llegamos a ser uno, como la Santísima Trinidad es Una (ver Jn 17:21).
Oración: Padre, yo te tendré presente.
Promesa: " y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos" (Lc 14:14).
Alabanza: San Martín de Porres perseveró en su ministerio como enfermero y conserje en un convento, a la vez que realizaba muchas curaciones y milagros.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de junio de 2014
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