el contacto
"Pensaba: 'Con sólo tocar su manto quedaré sanada' " (Marcos 5:28).
Una mujer que padecía de hemorragias tocó a Jesús. Según la ley judía, Jesús quedaría impuro también (ver Lev 15:25, 27). En lugar de eso, su toque hizo que la mujer quedará sanada (Mc 5:29ss). Tocar a Jesús es muy distinto de tocar a cualquiera otra persona de este mundo.
Jesús extendió el brazo para tomar de la mano a una niña muerta de 12 años (Mc 5:41). De acuerdo con la ley judía, también esto le hacía impuro a Jesús (ver Num 19:11). En vez de eso, el contacto de Jesús resucitó a la niña de entre los muertos (Mc 5:42). Solo el toque Jesús, y nadie más, puede resucitar a un muerto.
¿Quieres tocar a Jesús y Él te toque a ti? Jesús puede tocarte mediante los miembros de su cuerpo: la Iglesia. Puedes tocar a Jesús en los Sacramentos, especialmente en la Eucaristía, el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Permanece en contacto con Jesús amando a su Iglesia (Ef 5:25) y recibiéndolo en la Sagrada Comunión. En contacto con Él, estarás en contacto con la vida, el amor, la esperanza, la paz, la libertad, el gozo, la pureza y la victoria. En contacto con Jesús, estarás en contacto con la sanación y la resurrección. Permanece en contacto con Dios.
Oración: ¡Jesús, tócame y "Oh, qué gozo llenará mi alma!"
Promesa: "Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús" (Heb 12:2).
Alabanza: San Blas, que es invocado para la sanación de la garganta dejó que su propia garganta fuera dañada cuando fue decapitado por su fe en Jesús.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de agosto de 2014
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