la escuela de dar
"Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre" (Salmos 112:9).
San Lorenzo se asemejó a Dios en el dar como Él. Dios nos ama tanto que dio Su hijo para nuestra salvación (Jn 3:16). Lorenzo amó a los pobres tanto que dio los tesoros de la iglesia y hasta su vida por ellos y por Jesús.
En este día de fiesta especial, el Señor puede darnos una gracia especial para crecer en generosidad de varias formas:
- Cantidad: ¿Cuánto estás dando para construir el Reino de Dios en la tierra? Después de tu diezmo, ¿qué porcentaje de tus ingresos das como limosna?
- Áreas: ¿Das al señor sólo tu tiempo, tesoro y talento o también tu trabajo, voluntad, relaciones, planes, dolores, corazón, etc.? Abre nuevos senderos al dar en un área en la cual no hayas conscientemente pensado antes.
- Actitud: ¿Das con alegría (2 Co 9:7), voluntad, humildad, agradecimiento y entusiasmo en todas las áreas donde tu das?
- Sacrificio: Es una cosa dar de tu sobra pero es otra cosa el dar hasta que duela (Lc 21:4). El Señor destaca el dar con sacrificio.
Hoy día, crece en dar. Da y sigue dando, como nunca antes. "Has recibido gratuitamente, da también gratuitamente" (Mt 10:8).
Oración: Padre, que me especialice en dar y que me gradúe con honores.
Promesa: "Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto" (Jn 12:24).
Alabanza: San Lorenzo murió mártir, asado lentamente sobre fuego ardiente. Al momento de su muerte, oró por la conversión de la ciudad de Roma y que el mensaje de Cristo se extendiera por todo el mundo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de abril de 2015
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